• Una breve historia de la patata en el viejo continente
• Tipos y clases de patatas
• El contenido de los elementos micro y macro
• Propiedades saludables de las papas
• Las desventajas de las papas
• Resumen

Las papas son definitivamente uno de los productos ligeramente subestimados. El caso es que son increíblemente populares en esta parte de Europa y no es raro verlos en nuestras mesas. La variedad de variedades y tipos de patatas las hace perfectas como acompañamiento de muchos platos, pero también como comida sola. Sin embargo, los tratamos con cierta negligencia y casi nadie piensa en los nutrientes que contienen. Vale la pena señalar que la papa es una verdura multifacética. Por un lado, es muy saludable y rico en muchos macro y micronutrientes esenciales, pero también es una fuente potencial de muchas enfermedades, incluidas las enfermedades de la civilización. Por ello, decidimos profundizar en ellos y prestar especial atención a los pros y los contras de su consumo y su presencia en la dieta diaria.

Breve historia de la papa en el viejo continente

La patata pertenece a una gran familia de solanáceas. Curiosamente, este nombre hace referencia tanto a su parte comestible como a la parte aérea. La planta proviene de América del Sur, donde probablemente ha estado creciendo desde el sexto milenio antes de Cristo. se cultiva Sus tubérculos amiláceos eran una fuente de alimento para la población local y la principal razón para cultivar esta planta. Curiosamente, la patata solo era conocida por la población europea a finales del siglo XVI. Hoy podemos disfrutarlos gracias a los conquistadores españoles que, gracias a la vía marítima, transportaron los primeros plantones al viejo continente. Cabe señalar que inicialmente solo se valoraba el valor estético de las papas, principalmente sus hermosas flores. También eran un producto muy exclusivo y prácticamente solo podían experimentarse en los jardines de la parte rica de la sociedad occidental. La situación cambió ciento ochenta grados cuando lo que entonces era Europa luchaba contra la plaga de la hambruna. En aquel entonces, se valoraban las propiedades nutricionales de sus tubérculos, que en algo ayudaban a superar estas adversidades. Además, tras este evento, perdieron su estatus de exclusividad y empezaron a estar disponibles hasta para las clases sociales más bajas para aparecer de forma permanente en las mesas de casi todo el mundo. Sin embargo, llegaron a nuestro país gracias al rey Jan III. Sobieski, que lo recibiría como regalo tras su victoriosa campaña en Viena. Hoy las papas son la cuarta fuente más importante de carbohidratos en el mundo después del maíz, el arroz y el trigo. Debido a su resistencia relativamente alta a las condiciones climáticas cambiantes, prácticamente todo el mundo puede cultivarla en el jardín de su casa. Se estima que un habitante estadístico de Polonia consume alrededor de 30 kilogramos de papas por año.

Variedades y tipos de patatas

Hay casi diez mil variedades de patatas, pero eso no significa que todas sean aptas para el consumo. Actualmente se cultivan a gran escala unas cinco mil, mientras que en Polonia podemos encontrar casi un centenar de variedades. Algunas de las más populares incluyen las variedades Lord, Irys, Agata o Vineta. Cada uno de ellos se caracteriza por un sabor y un contenido de almidón ligeramente diferentes, pero también pueden diferir ligeramente en los micronutrientes que contienen. Vale la pena señalar que hay variedades de papas. Esto es útil, ya que cada uno de ellos es más o menos adecuado para un tipo de plato específico.Distinguimos 4 de ellos y son:

• Tipo A - Patatas, utilizadas por ejemplo para preparar ensaladas, hornear y asar. Contienen mucho almidón, pero también una pulpa húmeda, casi pegajosa y una estructura compacta. Estos factores hacen que sea muy difícil que se cocinen demasiado y no se descomponen durante el proceso. Las papas tipo A más populares son Belana, Freezja y Cykada.
• Tipo B: estas son las papas más versátiles en la cocina. También se los conoce como utilitarios debido al mayor contenido de almidón que el Tipo A, mientras que tienen un contenido de humedad más bajo, lo que se refleja en su relativamente alta harinosidad. Las patatas de este tipo son también las más elegidas por los consumidores, ya que son aptas para casi cualquier plato. Podemos comerlos tanto hervidos, al horno, fritos, como hacer con ellos un delicioso puré. Los representantes típicos de esta especie son ciertamente Albina, Gala, Jagoda y Jaśmin.
• Tipo C: estos son tubérculos caracterizados por el contenido más alto de almidón y bajo contenido de agua, lo que los hace bastante secos y muy harinosos. Durante el tratamiento térmico, se desmoronan con relativa facilidad, pero esto no es solo una característica negativa. Son insustituibles a la hora de preparar diversos tipos de pasta, albóndigas de patata, puré o tortitas de patata. También podemos usarlos con éxito como espesante para todo tipo de sopas e incluso salsas. También vale la pena recordar que en este caso no necesitamos agregar tanta harina como en las especies anteriores de esta planta. Las variedades más comunes de esta especie incluyen Bursztyn, Etiuda y Koral.
• Tipos intermedios: no son más que una combinación de las propiedades de las papas de los tres tipos anteriores. Por ejemplo, existen las variedades AB o BC. Las primeras se conocen como ensaladas para todo uso, mientras que las segundas son de usos múltiples. Sin embargo, vale la pena señalar que en la práctica la división de tipos de esta planta incluye los primeros tres tipos.

El contenido de los elementos micro y macro

A pesar de todos los informes de que las papas son dañinas, son bajas en calorías y fáciles de digerir. Vale la pena señalar que la opinión de que es al revés proviene solo de la forma en que se consumen, pero también de varios aditivos. No será un descubrimiento que solemos añadirles grandes cantidades de grasa, incluso en forma de mantequilla, margarina y aceite. Consumidos de esta forma, en realidad son muy altos en calorías y te hacen engordar. Las papas fritas, incluso en la forma de papas fritas o tortitas de papa tan populares, ciertamente no son los productos más saludables, pero centrémonos en las papas, sin aditivos innecesarios. Solo hay 77 kilocalorías en 100 gramos de este vegetal. Es casi cinco veces menor que en la soja, por ejemplo. Además, en la misma cantidad de patatas encontramos unos 2 gramos de proteína y casi 18 gramos de hidratos de carbono, de los que solo 0,85 gramos son azúcares simples. El contenido de grasa es básicamente insignificante ya que estos macronutrientes representan menos de 0,1 gramos. Curiosamente, las papas son una de las mayores fuentes de vitamina C en la población de nuestro país. Es cierto que no contienen grandes cantidades de este microelemento, pero comemos lo suficiente como para asegurarnos de tener suficiente suministro. Por cada 100 gramos de esta verdura hay unos 20 mg, mientras que el requerimiento diario para un adulto es de 60 mg de esta vitamina. También vale la pena señalar que son una buena fuente de betacaroteno, vitaminas B, pero también vitaminas liposolubles como A, E, D y K. También contienen cantidades decentes de varios elementos químicos, incluidos potasio, calcio, hierro, manganeso, yodo, flúor y magnesio.En este caso, es casi análoga a la vitamina C que contiene. Las cantidades de estos micronutrientes no son enormes, pero un alto consumo de patatas es bastante capaz de proporcionarnos los nutrientes suficientes.

Propiedades de promoción de la salud de las papas

El hecho es que las patatas no pueden considerarse un superalimento. Estos tubérculos, que a simple vista parecen pasar desapercibidos, pueden, sin embargo, ofrecer a nuestro organismo una serie de efectos positivos cuando se consumen. Para empezar, vale la pena señalar que las papas hervidas, incluso sin aditivos innecesarios, son fácilmente digeridas y absorbidas por nuestro sistema digestivo. Por lo tanto, pueden ser la base de la dieta de las personas que luchan contra diversas enfermedades de este sistema que requieren una nutrición fácilmente digerible. Porque contienen mucho almidón y no permanecen demasiado tiempo en el intestino o el estómago. También contienen grandes cantidades de fibra, lo que a su vez los convierte en una especie de remedio contra el estreñimiento. Otro argumento a favor de comer papas puede ser el hecho de que son bajas en sodio. Gracias a ello, su consumo es seguro para personas que padecen hipertensión arterial u otras enfermedades del corazón, por ejemplo. Curiosamente, se ha demostrado científicamente que las sustancias que contiene, a saber, las kukoaminas, pueden reducir ligeramente la presión arterial. Curiosamente, las papas hervidas son una excelente respuesta para la acidez estomacal. Incluso una pequeña cantidad puede librarnos rápidamente de esta enfermedad. Además, el almidón que se encuentra en los tubérculos tiende a descomponerse lentamente en nuestro sistema. Gracias a esta propiedad, la glucosa resultante de esta descomposición se libera en la sangre de forma gradual y prolongada. Como resultado, no hay cambios repentinos en los niveles de azúcar, pero también nos quedamos satisfechos por más tiempo, lo que se traduce en una energía significativamente mayor durante las próximas horas después de comer.

Las desventajas de las papas

A pesar de los muchos beneficios, las papas también tienen un lado oscuro. Vale la pena señalar que, a pesar de que contienen almidón fácilmente asimilable y digerible, se caracterizan por tener un índice glucémico relativamente alto. Esto significa que el nivel de azúcar en la sangre aumenta relativamente rápido después del consumo. Tal situación es especialmente peligrosa para los diabéticos, pero también para las personas que padecen otras enfermedades asociadas con una secreción deficiente de insulina por parte del páncreas. Por lo tanto, incluso aquellos que gozan de la mejor salud no deben consumir demasiado de este vegetal a la vez y tratar de limitar la frecuencia de acceso. Tales prácticas pueden desregular nuestra economía de carbohidratos, incluso aumentando la probabilidad de resistencia a la insulina. Sin embargo, hay una manera fácil de limitar su consumo de almidón. Para ello, hierva los tubérculos en un poco de agua y luego colóquelos en el refrigerador durante al menos 24 horas. Porque transcurrido este tiempo, el almidón que contiene sufre una transformación específica en almidón resistente a la acción de nuestras enzimas digestivas. Por tanto, su efecto en el organismo es similar al de la fibra, que reduce significativamente la subida de los niveles de azúcar en sangre tras su consumo. Además, una tesis muy repetida es que las patatas dificultan la pérdida de peso e incluso contribuyen directamente al aumento de peso. Se ha comprobado que un consumo elevado de patatas en forma de puré, fritas, pero también al horno o fritas aumenta significativamente el riesgo de sobrepeso y obesidad. Sin embargo, recuerda que todos estos platos no son solo patatas.Para su producción, la mayoría de las veces se utilizan grandes cantidades de grasa en diversas formas, por lo que es difícil estimar el efecto real de estos tubérculos.Recordemos que las papas hervidas sin aditivos innecesarios tienen una carga energética relativamente pequeña y, al mismo tiempo, perfectamente aliviar el hambre Por lo tanto, no vale la pena satanizarlos desde el principio, sino centrarse más en limitar los aditivos innecesarios y calóricos. Curiosamente, las patatas jóvenes y viejas que ya empiezan a brotar contienen solanina. Es tóxico para nuestro organismo e incluso puede ser cancerígeno en casos extremos. Por lo tanto, debe evitar comer estos dos grupos. Sin embargo, podemos protegernos fácilmente contra los efectos nocivos de esta sustancia. Es suficiente comer papas no demasiado jóvenes, mientras que las papas que ya brotan se pelan cuidadosamente y luego se cortan los ojos. También vale la pena no usar caldo de cocción, ya que es muy probable que la mayor parte de la solanina se filtre en él.

Resumen

Las papas todavía pueden sorprendernos positivamente, a pesar de sus similitudes. Después de todo, contienen toda una gama de elementos micro y macro que necesitamos para vivir. Es cierto que, como la mayoría de los alimentos, también tienen sus inconvenientes. Sin embargo, no dejes que opaquen tus cualidades positivas. A su favor también debería hablar el hecho de que este es un producto relativamente económico, a partir del cual podemos cocinar muchos platos diferentes y usarlos con éxito en forma de aditivos. La variedad de variedades y tipos de patatas es asombrosa, gracias a lo cual prácticamente todo el mundo encontrará entre ellas su favorita.